Aprovechando que estamos entusiasmados con todos los frutos secos que los niñ@s están trayendo, hemos contado este cuento en clase.
Un relato encadenado con mucha sencillez y un ritmo marcado, que se repite tanto en el texto como en la ilustración.
Logra que los niños/as quieran volver al principio de la historia una y otra vez.
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