Después de echar leche en un plato, dejamos caer con cuidado gotas de distintos colores de colorantes alimenticios. Y observamos que no se disuelven, sino que quedan concentradas en la superficie.
A continuación, mojamos un bastoncillo de oídos en jabón líquido y tocamos suavemente la superficie de la leche. vemos como los colores se alejan rápidamente del bastoncillo formando bonitas figuras.
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