Cuando lo sacamos, descubrimos que había aumentado su tamaño, había cambiado de color, y que al tocarlo presionando suavemente estaba blandito, como si fuera de goma.
Y al lanzarlo desde muy baja altura, vimos que botaba... como una pequeña pelota.
A través de este blog queremos compartir con vosotros las experiencias de los niños/as en el aula, pues ellos son los verdaderos protagonistas de sus aprendizajes.
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