Hoy los hemos utilizado, con muchos y variados colores, todos a la vez, sin prisas, sin conflictos, compartiendo, esperando, descubriendo, respetando los espacios,... Al tiempo que escuchábamos suaves melodías que nos ayudaban a disfrutar de la actividad.
Eligiendo colores, impregnando los pinceles en la pintura con cuidado de no gotear por el camino, manipulando los distintos utensilios para descubrir el resultado sobre el papel, comunicándose con los demás y compartiendo sus descubrimientos, desarrollando libremente su creatividad...
Hasta que han decidido que habían terminado.
Aunque sé que si hubiera habido más papel, habrían continuado igual... sin prisas...
Han disfrutado muchísimo y, aunque ellos no lo imaginen, yo también. Verlos tan concentrados, compartiendo la actividad y el espacio de forma tan armónica, ha sido emocionante...